Miss Rigby:

Así

Puede que sea cierto… no sé en realidad.

Muchas personas -y me incluyo- lamentablemente (a veces) sienten el alma y conciencia tranquila cuando regalan la ropa que ya no les gusta, la plata que les sobra de la colación o aportan con comida para la cena navideña, etc. Y obvio que sí, los que reciben se sienten infinitamente agradecidos de esas monedas, esos pantalones, y esa comida. Pero, ¿no te haz puesto a pensar?: cuando le das plata a un mendigo, ¿en qué la va a gastar? Uno no sabe si la gastará en comida, o en alcohol; ¿qué ingieren?, ¿te has preguntado por qué a esos seres, con los mismos derechos que tú, nadie les pregunta todos los días “cómo está, cómo se siente, qué cosas ha vivido el último tiempo”? Seguramente a ti te lo preguntan todos los días; tus amigos tal vez, tus padres, hermanos, etc.

Pero ellos viven solos, humildemente podrán decir que les basta con que les regalen cosas materiales, pero también tienen el interior empobrecido. Tal vez necesitan hablar. El que vivan en la calle no es su único problema, lo que pasa es que es el problema mayor. Pero, tal vez, los inquietan otras cosas, esas cosas que tú puedes hablar con tus amigos todos los días.

Ellos no pueden -o muy pocas veces- hablar con sus pares, pero resulta ser un círculo vicioso, porque ellos, sus pares, terminan necesitando lo mismo.

A veces, a un niño de 5 años, que vive literalmente botado, aún no se le empobrece el cerebro, porque la mentalidad infantil puede ver en una botella una pelota de fútbol.

Pero después crecen, lamentablemente (como dice Peter Pan) y se dan cuenta que tienen que luchar por sobrevivir, aunque sea, con un poco de dignidad y además, felicidad.

Esa mezcla suena tal vez difícil, pero no imposible. Depende de ti, de nosotros, de los que sí queremos, podemos vivir así: digno, feliz y tratado -por lo general- sin desigualdades.

A modo de provocación

Un Consejo

¡Reaccionen! ¡Tienen el mundo frente a sus ojos! ¿Acaso están tranquilos con la mierda a su lado? ¿Con el pobre muriéndose de hambre y el rico muriéndose de gula? O a lo mejor no son lo suficientemente valientes para enfrentarse a la injusticia, en una de esas, me pasa algo, y no voy a arriesgar mi felicidad por la de los demás. Si total, siempre habrá pobres y ricos. Si total, yo estoy bien y eso basta.

¡Qué nos pasa también a nosotros! Los de conciencia jugada, de decisión clara y firme de no aguantar injusticias, de lograr aquella mayor expresión de amor que puede existir: arriesgar la vida por la felicidad del otro, de ese otro que ni conocemos, pero que de todas formas amamos y luchamos por él. ¿Qué nos pasa a nosotros también? No hemos sido capaces de cambiar al chiquillo carretero, curándose y haciéndose el rebelde que se droga; a él le preguntaría si sería tan valiente de probar lo que en mi calle fuman, aspiran, o lo que sea. Pero no pues, si él es rebelde y va a la fiesta y sólo fuma marihuana y de la buena, nada de prensada: MAMÓN. Y esto no es un desafío que les propongo, esto es decirles que ocupen esas neuronas que les nacieron gracias a que sus papás con esfuerzo les dieron esa leche que al Kevin y a la Dayanna Andrea le faltó, porque sus madres les daban neopren para quitarles el hambre, ya que la plata no les alcanzaba para 3 platos dignos de comida, y era esa madre la que se los daba, porque ni hablar del padre, no existía, o estaba en la cárcel o nunca fue. Les digo que ocupen sus neuronas, esas que van matando de a poco fumando sus “rebeldes sustancias”. Dediquen su vida a salvar al mundo, no pintando jardines y casas pobres, porque claro, ahora se cagarán de hambre pero con la casa bonita. No, aquí hay un problema de fondo, que no cambiamos dando una moneda al tarrito de la “Fundación Piñera se las da de Solidario”, si no que participando de la sociedad, tomando nuestro derecho de ser pueblo que decide su propio futuro. Inscríbanse en los registros electorales: los jóvenes y mujeres ganaron su derecho a voto con lucha, con derrames de sangre incluso, ¿y para qué? ¿para que ahora nosotros digamos “no me interesa la política” y no nos inscribamos? POR FAVOR. Hagan la lista de CAA, pero no con el curso, esto no es una Alianza de la semana del colegio, esto es ocupar la institución para seguir generando conciencia sobre lo que aquí les cuento, para después actuar.

No es tan difícil, seamos valientes, no nos dejemos vencer, los obreros de La Escuela Santa María de Iquique, hace 100 años, llegaron a la muerte por pedir una vida un poquito más digna, y, como siempre, sus patrones no iban a dejar que esos rotos de mierda vinieran a alzárseles. Bueno, resumiendo: hablamos de conciencia y acción.